Acapulco es un. caos, no hay alimentos, no hay luz, no hay combustible, no hay ley y la gente se empieza a desesperar, pelean unos con otros por comida y otras necesidades. En las tiendas departamentales ya no hay nada que robar. Las gasolineras están cerradas y el combustible en algunos casos es ordeñado de autos que se encuentran estacionados. Los robos a las casas habitación se han incrementado. En tanto cientos de turistas que se quedaron varados salen del puerto por medio del puente aéreo y en los más de 100 camiones que están a disposición. Por falta de luz no se pueden cargar los celulares y se pierde la comunicación entre las familias. Los relatos de las personas que se quedaron son de un gran dramatismo. Mientras que el presidente anda de gira por el Estado de México para apoyar a la gobernadora Delfina Gómez. Es una situación muy triste la que viven nuestros compatriotas en donde algún día fue el paradisiaco puerto.