Acapulco está devastado. El por ahora ex paradisiaco puerto del pacífico mexicano presenta un escenario como de guerra después del paso del huracán “Otis” que dejó muerte y destrucción.

No hay luz, ni internet, ni telefonía en sus dos modalidades: móvil y fijo. Hay saqueos en las tiendas.

La gente busca alimentos que empiezan a escasear. Miles de turistas están varados, muchos caminan por las calles con sus maletas.

A partir de hoy habrá camiones sobre la Costera Miguel Alemán para tratar de trasladar a la mayor parte de las personas que estaban de vacaciones en el puerto.

Mientras tanto el Aeropuerto se encuentra cerrado, la Torre de Control quedó averiada y no son posibles las operaciones de despegue y aterrizaje.

La Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes anunció que este día quedará rehabilitada la autopista del sol en ambos sentidos.