Beatriz Paredes va en serio por la Presidencia de la República

Héctor Calderón Hallal

 

En un encuentro más que público, verificado en un famoso restaurante de uno de los hoteles más importantes de la colonia Polanco, se pudo captar reunidas a las senadoras Beatriz Paredes Rangel, ya declarada aspirante presidencial y Josefina Vázquez Mota excandidata panista a la presidencia de la República, por un lapso de mas de dos horas, desayunando y obviamente hablando de política y de la sucesión presidencial.

Varios testigos presenciales nos comentaron que dadas las sonrisas y las caras de alegría, todo hacía presumir que Josefina ya se definió en favor de Beatriz, en pos de la presidencia de la República.

La tlaxcalteca aspira a ser candidata no solamente del PRI sino también de la Alianza integrada con el PAN y con el PRD. Por lo que teje muy fino en materia de alianzas y convocatorias para sumar a su proyecto. Algo de lo que sí sabe Paredes Rangel y en grado superlativo. De ahí la importancia noticiosa de ese “encuentro”, en el tradicional y refinado “Au pie de cochon”, del Hotel Presidente Intercontinental.

Y reviste singular importancia el hecho, porque en México, hoy más que nunca, los ciudadanos necesitamos renovar esperanzas en la posibilidad de tener un mejor Gobierno… de renovar la fe en nosotros mismos y en las propias leyes que como país nos hemos dado.

Y es que también es altamente probable que sea el momento de prestar atención a esa consigna tan de moda en el mundo y que en México no nos hemos podido dar el privilegio de probar aún:…la de que “Esta vez será mujer”, la que encabece los esfuerzos de la sociedad.

Podría resultar, por supuesto que sí. En México hemos tenido puros presidentes varones… Solo quienes repiten la misma estrategia e intentan siempre por los mismos métodos resolver un problema, obtienen siempre los mismos resultados… indefectiblemente.

¡Probemos a una mujer en la Presidencia!.

No vayamos muy lejos; traslademos el planteamiento situacional a nivel del terreno, a lo cotidiano.

En la inmensa mayoría de los trabajos administrativos, sea al nivel directivo o asistencial, un empresario o contratante prefiere a una mujer por las siguientes razones:

– La mujer hoy día, tiene un mayor nivel de confiabilidad en relación al género masculino;  la mayoría de fraudes o delitos patrimoniales los perpetran varones ambiciosos, inescrupulosos, desesperados o presionados por necesidades familiares o sociales de distinta índole.

-La mujer se desvela o se va de “chorcha” menos veces en promedio, que sus compañeros varones y llega por lo regular siempre “fresca”, sin resaca al centro de trabajo, ofreciendo otra actitud al público y a sus compañeros; además de que falta menos a la chamba por esas causales.

-Está comprobado que la mujer tiene igual o mayor nivel de sensibilidad para los aspectos creativos.

Cabe a propósito entonces destacar, que a menos de un mes de que Beatriz Paredes levantó la mano como aspirante a la Presidencia de la República, su manifestación ya le dio la vuelta al país y la mayoría de la gente la ve con simpatía por su formación, preparación, capacidad, integridad, honestidad, trayectoria, valientía  y patriotismo.

Paredes Rangel está reconocida como uno de los mejores cuadros políticos mexicanos y latinoamericanos, independientemente de su militancia. La reconocen tirios y troyanos.

A sus 69 años recién cumplidos, la senadora Paredes está en plena madurez política y está llenando un vacío ante la falta de valores y de gente prestigiada en la actividad política y en el servicio público.

Pero además, aparece en un momento en que precisamente las y los mexicanos, necesitamos gente seria al frente de las instituciones públicas; que no permitan que estas se deterioren o se acaben, precisamente por políticas prejuiciosas o disolventes.

Hoy que más que nunca, se necesita más Estado y más regulación en todos los vínculos de interacción de particulares entre sí, donde se deba aplicar la norma y la justicia.

Pero también, hoy que como nunca, a la vez, se requiere de mayor apertura en los procesos de integración a un mercado libre y vigoroso, de una clase empresarial con sentido de ética y responsabilidad social, pero sobre todo, de amor a la patria, de respeto por sus clientes y consumidores; como lo impone la globalidad mundial y la interdependencia entre los países.

La sola expresión de que Beatriz Paredes Rangel es aspirante a la Presidencia de la República, ya alteró el orden de los factores políticos y está enriqueciendo la contienda interna, en la que participan en el ala opositora a Morena aspirantes aliancistas como Margarita Zavala, Lily Téllez, la gobernadora de Chihuahua y los gobernadores de Yucatán y de Queretaro, más el diputado y exgobernador de Guanajuato, Juan Carlos Romero Hicks.

En menos de un mes, la aspiración a la candidatura presidencial de Beatriz Paredes ha crecido como una bola de nieve,  que ya trae nerviosos también a los morenistas más connotados, pues la respetan por su seriedad y profundidad, desde AMLO hasta el más modesto de los chairos morenistas… y no es para menos.

Nada está escrito en términos de la actividad política y de las ciencias sociales en general.

Se dice que estas últimas y las humanidades, tienen mayor grado de complicación que las ciencias exactas por una caracterísitica en particular: estudian al hombre, cuya mentalidad y comportamiento, se rigen por un número indeterminado de variables y condicionantes.

Así entonces, mientras en matémicas el dos es siempre dos… en Política por ejemplo, “el sol no siempre sale por el oriente”, y la “distancia más corta entre dos puntos no es la línea recta”.

Y es que en la política, interviene en el devenir de los hechos el factor humano, sujeto a muchas condicionantes… se reitera.

En México, ni el “pitoniso” más asertivo, pudo asegurar con certeza en el 2012, tras el resultado de la elección, que Andrés López Obrador llegaría a ser Presidente; menos lo hubiera vaticinado un analista serio, manejando elementos de juicio y evidencias científicas.

Hoy sin embargo, a estas alturas del sexenio de López Obrador y por las condiciones a las que nos lleva su gobierno de doctrinas disolventes, no se ocupa al pitoniso ni a un profesional del análisis de coyuntura, para afirmar que la población ya está cansada e intranquila, quizá hasta temerosa por el futuro a corto plazo en este país, cada vez menos armónico… menos habitable y más caótico, dada la destrucciónm de instituciones que se lleva a cabo en un proceso lacerante que está afectando más y más a la sociedad en su conjunto.

Un axioma político a estas alturas, construido a base de muchas decepciones, mucho sufrimiento y amargura… de mucha incomprensión hacia el clamor ciudadano, es el hecho de que en 2024, se ocupa un cambio de rumbo… un cambio de signo electoral en el Gobierno.

Los mexicanos, ya empiezan a sufrir los estragos de la inacción en materia de seguridad pública, de la inflación rampante de los productos básicos y del surgimiento de una especie de tiranía en la clase gobernante, por demás autoritaria e ineficaz para los fines de la preservación de la armonía social y la paz pública.

En una tragedia que sintetiza el grado de la descomposición nacional, hace 3 días fue hallado el cuerpo de una madre “rastreadora” en Sinaloa, de esas benditas y desventuradas mujeres a las que el crimen organizado o los malos gobiernos, les arrebató con violencia un hijo y en calidad de desaparecido, mantienen en alto su espíritu, su fe de encontrarlo con vida o por lo menos de dar con el punto donde fue enterrado o ejecutado.

Una fe inquebrantable, como el de toda madre a nivel universal. Un corazón encendido, que se mantiene por la fuerza de su latido; que es el motor que la impulsa a levantarse todos los días a empuñar –personalmente- una pala o un zapapicos, para buscar bajo la corteza terrestre, el cuerpo de su hijo ultimado por seres desalmados, ante la ineficiencia o ¿acaso el desinterés? de los malos gobiernos actuales, empezando por el Gobierno Federal, que no solo no debiese permitir que se revictimicen las madres y familiares dolientes de desaparecidos, asumiendo a plenitud lo dispuesto por los artículos 21 y 22 de la Constitución General de la República y las leyes alusivas, como la Ley Orgánica de la actual Fiscalía General de la República. Y lamentablemente esta situaciónocurre en todo el país. Ante todo esto, la figura de Beatriz Paredes Rangel surge como una mujer de temple, de carácter… tiene muy claro cuál es el ámbito de responsabilidad del Estado y de la sociedad en la solución del problema de la inseguridad pública y de la necesidad de volver a la senda del crecimiento y del desarrollo integral.

Analiza incluso nuevas formas, nuevos caminos y hasta nuevos paradigmas establecidos en el mundo en el  ámbito de la política para atender la inseguridad y la violencia en México, incluido el fortalecimiento verdadero de la vida democrática, del respeto ala dignidad de la persona humana y del impulso a las libertades.

Beatriz Paredes Rangel es más que un producto electoral. Es una gran estadista de fama internacional. Es todo un plan emergente, puntual, para reivindicar la cosa pública en México y devolverle la confianza en las instituciones a la ciudadanía y a los factores de la producción de cara ante el mundo que nos observa con acuciosidad y que con trisateza y preocupación está viendo una caída estrepitosa de nuestro país por los errores del actual Gobierno Federal.

Más allá del PRI, su partido… más allá de la Alianza de tres o cuatro partidos, materializa la esperanza de la sociedad, cansada de la ineficiencia y la improvisación de los que hoy están en el Gobierno.

Es la mujer fuerte, que representa al prototipo de la madre mexicana, resiliente, que sabe llorar y envalentonarse, expresando sus sentimientos por los hijos y por lo que está mal hecho; pero no por eso desmerece en energía e inteligencia.

Paredes Rangel es la representante mexicana de una generación de mujeres líderes mundiales, que han incidido en el rumbo del mundo notablemente, como Ángela Merkell en Alemania; y en latinoamérica, Dilma Rousseff en Brasil y Michelle Bachelet en Chile… ¿Por qué en México no podríamos darnos el lujo de tener una Presidenta de esas dimensiones en la figura de Beatriz Paredes Rangel?

La sociedad civil y la sociedad política están atentas al acontecer político, social y económico y a las circunstancias como a la terca realidad, esperan que otros partidos como Movimiento Ciudadano, inclusive otros más junto al conglomerado que no milita en partido político alguno, se le vayan sumando a Beatriz Paredes, como seguramente se le sumarán en su partido Enrique De la Madrid, Alejandro Murat, Ildefonso Guajardo, Alfredo Del Mazo, Manlio Fabio Beltrones, Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruíz Massieu y el mismísmo Alejandro Moreno Cárdenas.

Tiempo al tiempo, porque sectores empresariales e intelectuales de todos colores y sabores, es decir, de derecha, izquierda y centro, como ocurre con los políticos, admiran a este personaje fenomenal, la observan, la siguen y la han visto evolucionar hasta llegar al momento actual.

Imaginémosla convocando y convenciendo y, veámosla desde ahora como vencedora absoluta en los debates de ley que se den en el pleno del fragor electoral del 2024, frente a quien resulte candidato o candidata del partido en el poder y sus aliados. El electorado esperará con ansia ese gran espectáculo político que se dará, si Beatriz Paredes logra la candidatura ecuménica de la Alianza Opositora, desde ahora los momios futuristas le aseguran un triunfo contundente en las deliberaciones y ¿por qué no?… en las elecciones, no obstante el poder de la 4 T, con el discurso presidencial en las conferencias mañaneras, abonado con la derrama financiera que se realiza con los programas sociales del régimen, en una clara estrategia de pre-compra de votos que llega al corazón de las clases más vulnerables y pobres que hay en México.

Autor: Héctor Calderón Hallal

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