Por Gilberto Celis

Que tampoco uno del común, tan común que es uno, va a caer en el ridículo de transformar en drama de altura lo que es simple desmitificación; pero, si podrá decir que no es justo ser engañados con relevancias prefabricadas a gusto de intereses propios y no de la colectividad que han de gobernar. Como revela el bajo número de personas reunidas en la recepción en Cancún a José Antonio Meade y que contradicen la supuesta altura popular del precandidato presidencial y la cima del PRI como partido político.

— La tragedia actual está entre los del común concentrados en la Reserva SeDeSol PROSPERA y un Poder Ejecutivo con Legislativo servil que aprueba la ejecución federal, estatal y municipal.
— Por eso no pueden ser chisme ni pasional los seis sexenios de tragedia en donde hasta la historia oficialmente han cambiado; ya ve la presidencial rasgada de vestiduras para la cantinfleada esa de ‘hecho en México’.

EL IGNOTO DEL PRI

Sin embargo, en adelante, José Antonio Meade, el PRI Oficial México y los del poder nacional globalizado cuidarán no más populismo para una democracia que, cierto, elige pero no gobierno; pero los ha desnudado y desnudos los muestra iguales.

— O sea, el ignoto priista rechazará verse otra vez en ese espejo.
— Ya vio lo que refleja.
— Pues nos refleja a los del común.
— Oiga, pero si somos el espejo y lo que refleja, entonces qué hemos hecho y qué somos.
— Una consecuencia de lo que hemos hecho con nuestra soberanía.
— ¿La mano que mece su propia cuna?

— Por eso le digo.

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