Por Gilberto Celis

Sabe, toda esa intensa nota roja para manipular progresivamente la sustancia del miedo a la par del avance al dominical uno de julio, no asombra si usted voltea la vista y empieza a pensar seriamente que el Sur también existe. Tanto como el vellocino de oro en Chiapas y Oaxaca para el gobierno neoliberal que han hecho a los Estados Unidos Mexicanos en vez de socios, el negocio. Y como quien parte no quiere tanto compartir, como dice el Libro santo, se han convertido en el llanto y crujir de dientes del Pacto por México.

Piense solo un momento que en la considerada madre de todas las batallas, el PRI, PAN y el PRD para mantener el Poder Legislativo y la firma comunitaria para autorizar el cambio de uso de suelo, han intercambiado sus cortes selectos en el asador tripartidista plurinominal.

— Al aseguran los primeros lugares de la lista, adelantan las necesarias derrotas de los candidatos de mayoría para afianzar su acceso legislativo,
— O sea, lejos de un estilo, una altura como corresponde a una dirigencia, un liderazgo voto por voto, con el ejemplo predican su moral despojada de todo; porque ni el voto de su madre necesitan para el triunfo plurinominal.

CORREDOR LOGÍSTICO, EOLICAS Y NUCLEOELÉCTRICAS

Pero, le hablo del Sur y le digo que ahí está el Istmo de Tehuantepec y su considerable reducción en tiempo y costo para el comercio internacional de America, Europa y Asia.

— Y, en la parte central de la angostura continental mexicana, Los Chimalapas.
— Agregue el incalculable valor de su biodiversidad y ecosistema, sin hacer menos el potencial hidroeléctrico de las grandes presas La Angostura, Chicoasén y de Malpaso.
— O las nucleoeléctricas cuyo retraso en operación afecta la inversión en la Zona Económica Especial en el Istmo
— Todo comprendido en el Megaproyecto del Corredor que el gobierno neoliberal ofrece al mundo globalizado del comercio, las finanzas y la logística.
— O sea, dice uno del común, que precisamente por serlo no es aconsejable la táctica del avestruz en la elección 2018; habida cuenta, con todo y digan ojos que no ven corazón que no siente, la verdad es que también dicen se deja libre la vía del recto.

— Por eso le digo.

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