En Cadereyta, Nuevo León, el gobierno del Estado realizó la clausura definitiva de la refinería de Pemex en ese lugar, pero la empresa pública del Estado, no acata la decisión y la planta continúa trabajando pese a que en las entradas se colocaron los sellos de la clausura, luego de que los trabajadores petroleros no permitieron a las autoridades del medio ambiente neolonés para que entrarán a un recorrido de supervisión.

El gobierno estatal asegura que la refinería de Cadereyta es la principal fuente de contaminación en el municipio de Monterrey. Pemex no se ha pronunciado al respecto.