En las Ciudad de México las iglesias y templos abren sus puertas a los feligreses nuevamente, con estrictas medidas de seguridad, incluso con la presencia de la guardia nacional en las entradas, para administrar gel y checar la temperatura de los asistentes, como sucede esta mañana en la Catedral Metropolitana después de que en el mes de marzo fueron cerradas para evitar la propagación de contagios. Serán misas de sólo 30 minutos y con una asistencia del 20 por ciento del aforo en el interior del recinto y con un horario de visitas de las 9 de la mañana a las 5 de la tarde.