Entre acuerdos, consensos y respeto

En lo que se considera la iniciación de un nuevo estilo republicano, Mónica Fernández Balboa, mostró su confianza en el diálogo y en el acuerdo, siempre con la ley en la mano, “pues como legisladores estamos obligados a respetar y hacer respetar la ley”.

El pronunciamiento de la recién estrenada presidenta del Senado se dio en sendos contexto: por un lado, la búsqueda de caminos para transformar y mejorar al Poder Judicial y, por otro lado, su pensamiento en torno a las decisiones al interior de la Cámara de Diputados y, particularmente a lo que llamó una lección de civismo, de un verdadero hombre de Estado, Porfirio Muñoz Ledo, quien ayer renunció a la presidencia de la colegisladora.

En la antigua sede de la Cámara Alta, en el Centro Histórico de la capital del país, acompañada del presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Ávila, la senadora, refrendó el compromiso del Senado de la República para privilegiar el diálogo, construir acuerdos y consensos para poder llevar a cabo las reformas que requiere el Poder Judicial.

La presidenta de la Mesa Directiva participó en la ceremonia inaugural del Foro de Debate Inaplazable: las transformaciones que los Poderes Judiciales necesitan en el México del siglo XXI, donde consideró necesario buscar los caminos para mejorar al Poder Judicial, siempre con respeto a los contrapesos y la autonomía.

La intención -dijo-, el propósito, el objetivo, es hacer del Poder del Estado Mexicano que se encarga de hacer justicia, más transparente, fuerte y cercano a la ciudadanía.

También destacó la importancia del Parlamento Abierto, pues esta práctica permite el aporte de expertos en la generación de los cambios que requiere nuestro país. Esta colaboración, acotó, “es fundamental para la construcción de las leyes que México necesita”.

Las palabras de Fernández Balboa tuvieron réplica inmediata, con el propio presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Felipe Fuentes Barrera, quien dijo que el sistema de Justicia es una institución de rango constitucional y “si no se consigue materializarlo en nuestro mundo cotidiano, para que transforme positivamente la vida de las personas, se convierte en letra muerta”.

Así las cosas, entre Poderes de la Unión, legisladores y jueces quienes fundamentarán el cambio verdadero para la sociedad, para las instituciones, para los todos las y los mexicanos, que se encuentran en un contexto de desconfianza frente a la labor de los impartidores de justicia.
Las cosas van tersas en el senado.