Extorsión diplomática

Foto: AP / Hans-Maximo Musielik

Cambio de Luces 144. Martes 4 de junio 2019.

Por MIGUEL LOPEZ AZUARA

Los Estados Unidos de América son incapaces de contener la emigración. Ni leyes, ni policía migratoria, ni Guardia Nacional, ni patriotas armados, ni muros pueden. Históricamente, nadie ha podido.

Han alentado la salida de alemanes de Berlín oriental, de cubanos de Cuba y de venezolanos de Venezuela, cuando les conviene usarlos como propaganda política y se presentan como defensores de la libertad, pero no cuando los emigrantes son los pobres de los países vecinos cansados de la explotación y víctimas de la delincuencia y de la violencia política, males detrás de los cuales suele estar la mano negra de la CIA, el Pentágono o Wall Street.

El remedio está, como lo ha sostenido siempre el gobierno de México, en apoyar el desarrollo político, económico y social de las países rezagados. Esa es una buena y segura inversión que rinde buenos dividendos con rapidez.

Actualmente, con un negociante despiadado en la Casa Blanca, el Presidente Donald Trump le echa la pelota a México, sin ninguna justificación, es decir, violando acuerdos, tratados y convenios internacionales y las reglas éticas del trato civilizado.

Nos amenaza con aumentos graduales en los aranceles de las exportaciones al norte, que nos afectarían muy duro pero que también golpearían a los norteamericanos.

México busca inocentemente conversar para llegar a acuerdos, a sabiendas de que Trump es una veleta que como hoy dice una cosa mañana dice otra.

El siguiente paso es acudir a las organizaciones internacionales de comercio y de finanzas, y el último, pagarles con la misma moneda, como hace China, es decir, gravar las importaciones norteamericanas.

Tenemos el resto del mundo para encontrar mejores proveedores en todos los sentidos. Y con ventaja.

En Canadá hay una corriente para prescindir de los productos norteamericanos, y los estados fronterizos (Texas, California, Arizona y Nuevo México, además de Michigan, Illinois y Iowa) ya protestaron por el daño que les significarían los aranceles a México.

Trump se daría un tiro en el pecho.