Habitar la biodiversidad

«Somos la única especie que tiene el privilegio de decidir que no quiere desaparecer» jean-michel cousteau

El mundo es ese lugar físico donde experimentamos a través de nuestros cuerpos. Una biodiversidad que refleja cantidad, variedad y variabilidad de organismos vivos; dentro de las especies, entre especies y entre ecosistemas, que en la tierra como en el agua incluye a todos los organismos, desde  bacterias microscópicas hasta las más complejas plantas y animales, de formas, tamaños y colores que se expresan conjuntamente -como una red- manteniendo el equilibrio y la vida. Una biodiversidad que sustenta todo lo que necesitamos para sobrevivir.

Y dentro de esa biodiversidad nos encontramos nosotros, como un eslabón más de un todo en el que cada uno debe emplearse en ser un medio de amor en extensión, creación y vida.

A diferencia de un árbol que no se pregunta ¿qué soy?, o un pájaro ¿debo volar? o una flor ¿a quien quiero dar mi néctar y a quién no?.

El ser humano vive bajo el velo del ego quien planteó la pregunta que él jamás podrá contestar:¿Qué eres?, y representó el comienzo de la duda.(1)

Lo que nos llevó a mirar las capacidades “individuales” y representó el principio de  incertidumbre, porque las capacidades son logros en potencia, pero todavía no son logros. (2)

En el olvido de que estamos en un ecosistema perfecto, del que codependemos, en el que habitamos, y con el que somos uno, y desde un “quien soy” desvinculado de la Vida, nos hemos relacionado creyendo que el mundo está ahí “afuera”, incapaces de ver el patrón perfecto del que somos parte.

Al extirpar nuestra mente personal de la mente Universal, la Conciencia se oculta, quedando a la sombra nuestro sentido de “existencia” y nuestra unidad con todas las partes que forman la vida.
Ahí pasas a ser tú y solo tú.
Ahí aparece el miedo. La soledad. Y finalmente la culpa.
Tres pilares de cualquiera que no recuerde su sentido universal. (3) 

El paso siguiente que dio el ego fue impulsarnos a construir nuestra identidad desde la comparación y la diferencia, y desde ahí a percibir lo diferente como amenaza.

Desde esa sombra quedó oculto que somos perfectos porque somos parte de toda una creación perfecta, y para impedirnos ver el miedo, la soledad y la culpa que ha dado como resultado esta ensoñación, generó “la transferencia” donde todo lo que rechazamos de nosotros mismos lo colocamos sobre los hombros del otro.

Y ahora, depositado todo lo que no nos gusta afuera, pasamos a lo que le sigue, que es sentirnos amenazados, en conflicto, estrés y con una necesidad constante de autoprotegernos, que al final imposibilita la conciencia de unidad presente entre todos los seres.

La separación no fue una pérdida de perfección, sino una interrupción de la comunicación (4) dentro de este nuestro gran e infinito ecosistema, donde para tener hay que dar, para que el flujo natural de la vida continue, que esta confusión nos hace condicionar.

Si esto lo hicieran los animales, los microorganismos o las plantas, hace años que el planeta hubiera caído en un profundo e inevitable caos. Pero a pesar de todas las acciones que hemos acometido como seres humanos, a pesar de la extinción de especies, de la erosión de bosques, selvas y mares, el ecosistema mantiene mas equilibrio del que nos permitimos ver, solo a la espera de que nosotros nos hagamos uno para completar el círculo de la vida.

La comunicación parece inalcanzable, porque vemos la diferencia, pero es mucho más lo que nos une. Al final todos anhelamos, amar, tener paz, y nos perdemos en palabras que se han vuelto abstractas, imprecisas, subjetivas. Los distintos puntos de vista no distancian sino el no podernos ver más allá de ellos. Ver lo que se esconde detrás del miedo, del ataque.

Tratamos de implementar medidas para reparar el daño, pero antes de estudiar los tratamientos de la enfermedad hay que estudiar la salud, y los factores que la mantienen y ayudan a recuperarla. La curación es inherente al organismo vivo como parte integrante del macro y microcosmos.

 Por tanto hay que empezar por un cambio total de perspectiva, entender que: divide y no vencerás.

Vivir y ayuda a vivir. Despertar. Unificar conciencia y energía. Entender que hay una jerarquía del mundo donde lo superior y que mas conocimiento tiene, sirve con mas énfasis a lo que es inferior. el sol ayuda a la tierra, la tierra nos ayuda a nosotros, cuando estamos en coherencia con ella, y nosotros a organismos inferiores.

Lo que mas hemos contaminado es la mente humana y el corazón humano. 

Falta Verdad en el pensar, belleza en el sentir y bondad en el hacer. 

El ser humano solo tiene de valor aquello que no puede perder en un naufragio. (5)

Nos hemos llamado Homo Sapiens, no seamos Homo Minimus, al no permitirnos ser en toda nuestra capacidad, el ser cooperativo que sabe quien es y que es parte del todo.

Tan solo se nos pide un salto para habitar el instante presente.(6)

Demos el paso a la Conciencia de nuestro papel en la salvación que significa:

para poder tener, da todo a todos.

Tere Hernández