La calificadora Fitch confirmó la calificación “BBB” para México, pero reiteró
la necesidad de una reforma tributaria y aunque reconoció un buen manejo
macroeconómico y una perspectiva estable, pero mencionó, el bajo
crecimiento económico, los bajos ingresos fiscales en comparación con otros
países y la poca penetración del crédito como las debilidades.