La noche de los “cristales rotos”

Héctor Calderón Hallal

 

Este martes fue un largo y tortuoso día, seguramente en cualquier redacción periodística impresa o de medios electrónicos.

El trabajo empezó desde muy temprano y, con este, los sinsabores de la ´mañanera’; entreveradas en ese ‘montón de chamba’ que implica su cobertura, pues de esta se desprenden en promedio diario cinco o seis notas propias de las ‘ocho columnas’, como siempre, aparecen las faltas de todo tipo; no sólo a la sintaxis o a la dicción, que son al final las menos onerosas… a diario aparecen las faltas a la razón, a la historia misma del desarrollo humano.

La de este martes debería ser, para la sociedad mexicana en su conjunto, la más preocupante: el presidente López Obrador se asumió como un ‘dirigente’, no como un Jefe de Estado, no como un Presidente que organigramáticamente responde a un nombramiento, acotado a la temporalidad y al alcance de la jurisdicción normativa como de la pretensión punitiva que marcan las propias leyes que dan origen al mismo.

AMLO dijo que “como dirigente, estaba obligado a atender la pedagogía, para en ejercicios como este (la conferencia ‘mañanera’) educar al pueblo; explicar las pretensiones de su movimiento” (sic).

¡Qué peligro!

Ya lo aceptó deliberadamente ante la opinión pública; así como recientemente volvió a renegar de la legalidad, burlándose del término o cuando espetó con ironía en su alocución, que no quería que la población le saliera con aquello de que “la ley es la ley”.

Además azuzó a todo su gabinete, días antes de la celebración de la consulta para la Revocación del Mandato, a realizar actos deliberados de ilegalidad en apoyo a su promoción; verbigracia al titular de Segob, a la Jefa de Gobierno de la CDMX, al mando superior de la GN y a por lo menos 18 gobernadores de extracción morenista.

O hay alguna perturbación o trastorno de la personalidad ya… o en definitiva sí existe ese proyecto maquiavélico metajurídico en lo más recóndito de su mentalidad, que lo revela como un aspirante a dictador, dicho sea con todo respeto.

En esa misma mañanera de este martes 19 de abril, volvió a arremeter contra todos los 223 diputados opositores que no votaron por su proyecto de “Ley de Industria Eléctrica”, llamándolos deliberadamente “¡Traidores a la patria!”… y como era de esperarse, la frase o “construcción propagandística” lanzada por el presidente fue inmediatamente replicada por los más aprontados.

Mario Delgado Carrillo, dirigente nacional del movimiento oficialista ‘Morena’, otrora connotado ‘marcelista’, profesional aspiracionista egresado del ITAM, acompañado de una joven activista proveniente de un barrio de la Ciudad de México, convertida bruscamente en flamante senadora de la República por obra y gracia de esta bendita democracia consagrada por Córdova y Murayama, fueron los primeros que advirtieron ante los medios de comunicación , que iniciarían una campaña deliberada para señalar a los “traidores a la patria” que no votaron por su proyecto de ley eléctrica el pasado domingo.

Y citando al popular Filósofo de Güemez, “las cosas no pasan sino hasta que suceden”, sucedió ya lo inevitable; lo que se alcanzó a vaticinar incluso en muchos foros y espacios de opinión pública y académicos; “Se corre el riesgo con estas permanentes descalificaciones y señalamientos ofensivos hacia los políticos opositores al régimen de la 4 T, que algún aprontado, lambiscón o enajenado, profiera actos de violencia de cualquier tipo en la humanidad, familias o pertenencias de cualquier integrante de la oposición”, se dijo y escribió hasta el cansancio en muchos medios de comunicación, en muchos cafés, en muchos foros, en muchas asambleas, misas y hasta en muchas aulas.

Ayer se confirmaron acciones en ese sentido. La realidad nos alcanzó fatalmente.

Diputados del PAN denunciaron este martes que han recibido agresiones por la “campaña de odio” que ya difunde Morena, también desde ayer, luego de haber votado en contra de la reforma eléctrica de Andrés Manuel López Obrador el domingo; por lo que señalaron también que demandarán al dirigente del partido por daño moral.

Y es que por lo menos cuatro legisladores ya se pronunciaron , luego que desde ayer el partido oficialista distribuyera imágenes de los diputados que votaron encontra de la 4 T, llamándoles “traidores a la patria”.

Tres de esos legisladores por lo menos, ya resintieron en su patrimonio y en su integridad psicológica, el ataque de individuos fanatizados, a todas luces enviados por un poder superior o pagados.

La diputada María Esquivel comentó que desde el lunes por la tarde se presentó en su oficina de gestión el regidor de Morena de León, Óscar Antonio Cabrera, con un grupo de personas para causar daños al inmueble y asustando a los adultos mayores que ahí estaban, por lo pronto.

La también legisladora Itzel Balderas, contó que también el lunes por la tarde, se apersonaron en su casa de campaña asentado en la capital de Guanajuato, un grupo de personas que ‘clausuraron simbólicamente el inmueble’, dejando pegadas cartulinas alusivas a la diputada Balderas, con frases ofensivas y amenazantes.

Este martes por la mañana, la diputada María Josefina Gamboa fue asaltada y agredida físicamente al salir de un hotel de avenida Paseo de la Reforma, en la capital del país, sustrayéndolo solo su portafolios con documentos personales y su bolso. La policía nunca llegó al llamado que hizo al servicio de emergencias 911.

Y por su parte, el diputado Jorge Triana, adelantó que debido a estos amenazantes y de agravio, este miércoles presentará en la Fiscalía de esta Ciudad de México, una denuncia contra el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado.

Actos deplorables, que nos remiten irremediablemente a la legendaria y cruenta “Krystallnacht”… “La Noche de los Cristales Rotos” en Alemania, Austria y lo que hoy es República Checa”, en el año 1938, al arribo al poder del austríaco Adolfo Hitler, el “Cabo” como peyorativamente era llamado en sus inicios y como a él, en una forma de venganza contra quienes lo humillaron al inicio de su fulgurante carrera militar, gustaba de ser llamado.

Una especie de ‘Pogromo’ que eran muy comunes en la Europa oriental de la edad media; intensas jornadas de saqueos y matanza de gente indefensa, especialmente, llevados a cabo por una multitud, generando migraciones más o menos forzosas y trasiegos territoriales.

A eso convocó una de sus primeras ‘noches heróicas‘, quien años después sería el nuevo ‘Reich’ de Alemania.

Adolfo Hitler, desde el balcón de la municipalidad de Munich, en uno de esos encendidos y ‘acomplejados’ discursos, muy propios de él, descargó su ira y su frustración contra el pueblo alemán de ascendencia judía y, en un derroche de magnetismo mal aprovechado, logró desatar en cuestión de minutos, una histeria colectiva que desembocó en una noche de ataque a casas y comercios donde radicaban o trabajaban ciudadanos alemanes de origen judío. Con un costo altísimo para las víctimas por los daños y las agresiones físicas como psicológicas, a familias enteras que causó ese ataque nocturno.

Fue el primer gran error de Hitler, que lo marcaría y lo revelaría para siempre en el trato hacia los semitas. El pretexto fue que un adoescente de ascendencia judía habría asesinado horas antes a un ciudadano alemán.

El hecho lo aprovechó en su manejo dialéctico el “Cabo”, para responsabilizar de todos los males de la historia habidos y por haber de los pueblos alemán y austro-húngaro, en una lógica así parecida a la de YSQ… plagada de supuestos y de historias contadas desde el plano anecdótico, donde siempre o casi siempre, los ofendidos eran los alemanes y la riqueza de su tierra, amenazados o agraviados indefectiblemente, por ‘extranjeros’ que acechaban la riqueza y la generosidad de los oriundos de esos solares irrigados por el Rhin... extranjeros -casi siempre- dedicados al comercio y a la especulación y con un origen… exacto, lo atinó… de origen hebreo.

Así entonces, la noche del 9 de noviembre de 1938, quedó en la memoria del mundo como una de las más crueles y deplorables en la historia universal. Un dirigente, un supuesto Jefe de Estado, habría mandado a agredir y humillar a un sector de su pueblo por conducto de otra minoría, natural de la misma nación. Sembró desde esa noche el odio entre compatriotas, entre hermanos; un odio que desembocaría en la más cruenta de las conflagraciones del hombre contra el hombre; todo por no contener a tiempo a un hombre perturbado, investido de autoridad.

Ojalá que el ejemplo que dejó al mundo esta horrible jornada nocturna del año 1938, se capitalice en beneficio de los nuevos ciudadanos del mundo.

En México, nunca más permitiremos el enfrentamiento entre mexicanos, para beneficio de los políticos que en la cumbre, ríen, se abrazan y se besan sin asco ni escrúpulo alguno.

Nunca más una ‘Guerra Civil’ como la mal llamada “Revolución Social Mexicana”, que en realidad fue una revuelta donde lanzaron al pueblo a matarse entre sí, para defender (a ver si le suena esta frasecita) “dos proyectos distintos de nación”: Ambos encabezados por norteños ambiciosos, tentados y patrocinados por la chequera ‘inmensamente generosa’ del Departamento de Estado Nortemericano; dos grupos, encabezados respectivamente por los de Coahuila….y por los de Sonora; en medio y ejecutado sin miramientos, quedó el único exponente de lo que pudo ser una auténtica Revolución Social… Doroteo Arango, alias ‘General Francisco Villa’, único individuo en la historia y sobre la faz de la Tierra, que ha sido capaz de invadir el territorio continental estadounidense, colgar hostiles en los postes y devolverse caminando ‘pa’ su tierra’, su escondite, la Sierra de Chihuahua.

Nunca en México un enfrentamiento estéril de ese tipo; nunca más un pleito ‘entre hermanos’.

Nuestra legislación es de avanzada, es un hecho.

Quien denuncie hechos alusivos al delito de ‘Traición a la Patria’, algo por demás delicado, debe saber que se atiene a que los hechos posiblemente constitutivos de delito, encuadren en lo señalado por el artículo 123 del Código Penal Federal, que implica de cinco a cuarenta años de prisión y 50 mil pesos de multa, a quien acredite haber cometido una conducta que encuadre en esta descripción. O en las contenidas en los artículos del mismo código, que van del artículo 124 al 129.

Pero de igual forma, a quien señale a otro gobernado de haber cometido conductas, supuestamente tipificadas en esos artículos del referido código, pero que no encuadren plenamente, es decir a quien impute o señale a otro de cometer el delito de Traición a la Patria, falsamente, también existe una ley que lo sanciona.

Y aunque a nivel federal y en muchos estados, los tipos delictivos llamados Calumnia o Difamación ya se derogaron, en algunos estados sigue vigente. No obstante, prevalece el tratamiento punitivo a quien calumnie o difame…por la vía civil, mediante la figura del Pago de daños (moral) en pesos mexicanos. De esa no podría librar ni Mario Delgado, ni Citlalli Hernández.

De igual forma, a un individuo investido de autoridad, que incumpla con sus responsabilidades señaladas en la descripción de su puesto, causando con ello perjuicio a la Nación, también puede ser objeto de la norma vigente: Si teniendo conocimiento de la presencia de un individuo que cometió Traición a la Patria y no procede a su detención, teniendo todos los medios y atribuciones a su servicio para proceder, comete Incumplimiento de la Responsabilidad, sancionado por la Ley Federal de Responsabilidades del Servidor Público.

Así que en resumidas cuentas… de la ley nadie se salva.

Mientras que a senadores y diputados les corresponden los atributos de inviolabilidad e inmunidad, como parte del criterio de igualdad de la ley consagrada en la Constitución Mexicana en su artículo 61, pues “ningún legislador federal podrá ser reconvenidos por opiniones ni el sentido de sus votos”, al presidente López Obrador o a Mario Delgado les puede corresponder pago de multa por lo que hoy ya no es delito: proferir calumnias contra otros gobernados.

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Autor: Héctor Calderón Hallal

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