Los padres de Leo, el niño de 13 años que murió ahogado, luego de que fue succionado por unos tubos en el centro recreativo de Xcaret en Quintana Roo, preparan junto con sus abogados una demanda en contra de la empresa que administra el lugar y advierten que no es por obtener un beneficio económico sino hasta que se haga justicia.

Los esposos Luna padres del menor regresaron a su natal Durango luego de la tragedia que vivieron.