Por Gilberto Celis
Sabe, en el espectáculo político electoral 2021, en el que los spots de los partidos políticos a cada instante claman, proclaman y proclaman su inocencia ante las deshonestidades sexenales que a través del INE les suministran millones de pesos para su casa, vestido y sustento, suena la clarinada de Don Juan Sandoval Iñiguez.
En rigor, no cualquiera lo puede decir así; como la amonestación a los feligreses católicos del Cardenal de Guadalajara, Jalisco: no tenerle miedo a una enfermedad —Covid 19—, que se puede curar con un tecito de guayaba o dióxido de cloro.
— Al final, puntilla, todos vamos a morir.
Él, en su representación, presume que sin cubreboca enfrenta lo que llamó “un trabuco para la dominación de los pueblos”. Los del común, en la acción electorera de este inicio del segundo año de Covid 19, lejos de una comunicación política de cara a la flagelada sociedad, los spots atizan restregándoles por el pecado neoliberal, llevan la actual penitencia sanitaria, social y económica.
Partido mutantes
La precampaña iniciada por los partidos políticos hacia la elección del primer domingo de junio próximo, lejos de enriquecer la contienda política, se ha visto un mercadeo electorero de posiciones. Como en Nuevo León, con la edil de Escobedo; donde Mario MoReNa Delgado mostró ser un bisoño ante Velasco PVEM Coello.
A la vista del común, en rigor, son hechos que muestran el comportamiento acostumbrado de acuerdos cupulares para la situación política amañada, por la falta de bases, en los poderes estatal y municipal, legislativo federal y local,
— Y luego intentan pasarlos por el ojo de la aguja del pueblo.
Si en el PRI la candidatura conciliatoria era a través de la parodia llamada consulta a las bases, apoyada no en el padrón priista sino en el Padrón electoral; considere en MoReNa la encuesta como método para la elección de sus candidatos en un padrón no corregido aún; a pesar de que en su proceso interno de elección de dirigencia nacional, abundaron militantes fallecidos y credenciales duplicadas.
— ¿Y qué podrá decir del PAN, PRD, PVEM o de los mutantes Fuerza Social por México, Redes Sociales Progresistas y Encuentro Solidario?
— Que el signo político electoral del tiempo coronavirus muestra la pluralidad ideológica en
El PRI, finalmente terminó por la selección de candidatos en una grotesca asamblea de delegados a modo y otros por nombramiento directo del Consejo Político Nacional.
— El PRI está intubado y como tal, ya no existe.
— Carlos Salinas intentó la 4ª Transformación del PRI como el Partido de la Solidaridad que, en sus discursos, Luis Donaldo Colosio centraba como la organización socio política de la nueva generación Siglo XXI.
— Por eso le digo.
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