Samuel Palma César: Nuevo presidente de la Fundación Colosio

Héctor Calderón Hallal
Las mejores aportaciones al progreso de la humanidad se han planteado desde la adversidad, sobre el montón de ruinas –quizá- de una tragedia inesperada… con la certeza de que lo que se quiere es no repetir o no volver a ser víctima de una calamidad similar como sociedad o como género humano.
Y es desde la adversidad o desde la “derrota”, desde donde se tiene una perspectiva más cruda pero a la vez más clara de lo que pasó … y de cómo evitarse en lo sucesivo.
Así aplica con las grandes instituciones también.
En México, el Partido Revolucionario Institucional, el PRI, forjador de instituciones y de un extenso lapso de estabilidad y coexistencia pacífica entre los mexicanos, vive momentos de reconstrucción y de reaglutinamiento de sus propias fuerzas y virtudes… que tampoco son pocas.
Su dirigencia está mirando hacia el interior institucional y lo hace desde un silencio que reconstruye con humildad, pero con valentía y con visión; atributos que a veces se confunden con la “precariedad”, pero que definitivamente están más relacionados con la honestidad y con el sentido de ubicación; con la “realidad” que viven un individuo o una institución… con el punto geográfico en que se encuentran en el camino a su óptimo desempeño… o con lo que necesitan avanzar para llegar a este. Pero sin autoengañarse; con apego a la verdad… con verticalidad.
El hecho de empezar en ese camino de regreso hacia la victoria, se infiere en el PRI al nombrar presidente de la Fundación Colosio A. C., a Samuel Palma César, lo que pone de manifiesto la importancia que reviste para ese partido el rescate de los valores de su propia identidad.
Los últimos años de la Fundación creada por Luis Donaldo Colosio, con el nombre de Fundación Cambio XXI, han sido los peores de su historia, bajo la presidencia nefasta de José Murat Casab, quien prácticamente cerró la Fundación, pues no realizó tarea alguna, ni trascendental ni intrascendente; y ese es el reto fundamental del nuevo presidente, quien tendrá qué hacer resurgir de las cenizas a esa noble institución como centro de pensamiento, análisis y divulgación; y como punto de unión del partido tricolor con el universo intelectual de México y del mundo.
Muy bien escogido, por el presidente del CEN del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, ha sido Samuel Palma César, quien cuenta con respetabilidad, reconocimiento y prestigio político e intelectual, habida cuenta de su excelente desempeño al lado del inmolado sonorense, Luis Donaldo Colosio Murrieta, con quien fungió como uno de sus más cercanos colaboradores, precisamente en el ámbito intelectual e ideológico.
Palma César, es memoria viviente quizá, testimonial de los últimos planes y pensamientos del sacrificado político mexicano. Su arribo a la Fundación representa el primer paso en la reivindicación histórica de la genuina militancia del PRI y de sus más álgidos valores, aun vigentes y más necesarios que nunca entre el electorado mexicano, si de defender las instituciones se trata y si reconocer al progreso material y humano alcanzado por el país en el siglo XX y lo que va del presente también se pretende.
Con un espíritu de innovación, creatividad y adecuación a los nuevos tiempos de México y del mundo, con la capacidad para adoptar lo mejor del pensamiento democrático, político y social de las corrientes más brillantes.
La militancia priísta existe. Está atenta pero callada, atestiguando cómo prohija el Gobierno actual la matanza de hermanos contra hermanos sin el mínimo pudor; viendo cómo pierde poder adquisitivo paulatinamente su dinero producto del trabajo esforzado pero honesto y consecuentemente, padeciendo el deterioro de la economía popular, camuflajeado por “becas” y “apoyitos” que amenazan con detonar las finanzas públicas; soportando las mentiras de cambio con que permanentemente se le quiere controlar ideológicamente: léase el precio de la gasolina a la baja; la creación de un sistema de salud pública como el de Dinamarca; la corrupción y el nepotismo, que se acabaron por decreto…; enterándose cómo la actual administración destina recursos millonarios en especie (petróleo) y pecuniariamente, a países con gobiernos afines a la 4 T, mientras que lugares que requieren la intervención inmediata del Gobierno, como Acapulco y Coyuca de Benítez, en Guerero, no han sido dignos ni de que se les visite por el actual presidente, mucho menos que se les otorgue la atención propia de una zona de desastre, porque ya no hay fondo para desastres naturales… entre otras “lindezas”.
La genuina militancia del PRI, es la que clama por el país que merecemos… que no es precisamente el país que tenemos, hoy en la realidad. Pero a esta militancia y a la línea de simpatizantes del partido tricolor habrá que motivarla y proporcionarle nuevos elementos ideológicos y culturales en general, asideros de actualidad, caminos de lucha con base en las nuevas relidades, dirección intelectual innovadora en el discurso, para que llegue y penetre de manera más eficiente en la sociedad, a fin de volverla a encabezar frente a los oprobios de Morena y la 4 T. Mayúsculo reto para Samuel Palma César y para quienes con él vayan a colaborar en la Fundación Colosio.
Es innegable que las generaciones políticas actuales están ayunas de un discurso conceptual de inteligencia superior, pues no ha sido posible superar el legado del más grande ideólogo, político, administradpor público y estadista mexicano de los últimos tiempos: el ilustre Don Jesús Reyes Heroles; y esta es una asignatura pendiente y futura de los militantes y simpatizantes del PRI, sino en general de todos los partidos políticos; pues el gran veracruzano considerado como uno de los clásicos del México moderno postrevolucionario, no solamente le habló al priísmo, sino que le habló a la Nación y siempre de cara al futuro.
Samuel Palma tendrá que recurrir a la búsqueda de viejos y nuevos intelectuales, de viejos y nuevos ideólogos, que por ahí están, algunos perdidos en el anonimato… y otros en la superficie que ofrecen los medios de comunicación y las distintas corrientes del pensamiento. Y es que la Fundación Colosio, es una Asociación Civil pluralista; no es una dependencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, aunque es, eso sí, el núcleo de pensamiento, estudio y análisis de la historia, de la realidad y del porvenir; en estos tiempos para recuperar el poder y para volver a dirigir el desarrollo nacional en tiempos de lamentables derrotas cercanas a la debacle, que no son deseables reconocer pero que son menester de superar por el bien de México.
El país que quiere terminar de construir –o reconstruir- la militancia priísta que forjó en alguna medida Luis Donaldo Colosio desde su dirigencia nacional priísta, es uno donde el diálogo entre opositores tenga cabida definitivamente, en el marco de una sociedad democrática donde nunca uno solo de los partidos tenga la última palabra… mucho menos el presidente en turno… como el actual en México, que aplasta, atropella con sus caprichos y políticas selectivas, mal planeadas, que benefician sólo a sus seguidores.
Lo que quiere es un país sostenible en lo gubernativo, en lo productivo y hasta en lo ecológico. Policéntrico, es decir, despojado de cualquier forma de centralismo.
Un país igualitario y abierto…
Por eso la importancia de fortalecer un órgano de debate plural, con apertura a la reflexión y al espíritu democrático, como lo es la Fundación Colosio A. C., que preside desde la semana pasada Palma César.
Un organismo crítico que defienda con dignidad, la identidad y el pensamiento de la militancia priísta, pero que le dé nuevos bríos y nuevos horizontes al quehacer político. Una instancia que se proponga resguardar los más preclaros valores de militantes y cuadros genuinos, dispersados por toda la Nación mexicana.
Que sea la sencillez de aquel Luis Donaldo Colosio, que sin demagogia, con claridad, aseguraba siempre que en el caso de un servidor público o un político, era “en el trabajo, donde la cultura del esfuerzo se plasmaba siempre con resultados… y no con presunciones” de la vida íntima o personal.
Es la misma sencillez y convicción de Samuel Palma César, quien puede… y debe ser, un gran interlocutor, con sus homólogos de las otras fuerzas políticas y con los más valiosos del mundo académico e intelectual, libre de militancias.
Para que pueda hablar a nombre de esa militancia genuina priísta que todavía existe, aunque disminuida y silenciada… militancia que aspira también a ser escuchada y representada.
Hay fincadas esperanzas en el resurgimiento de la Fundación Colosio A. C. , bajo la presidencia de un colosista connotado que sabrá mezclar lo mejor del pasado priísta; aplicando la innovación suficiente para construir un futuro ideológico luminoso, que contribuya a destruir la pesada losa de desprestigio que el PRI soporta en sus espaldas, por culpa de malos gobernantes priístas y por corrupción e ineptitud, tanto han lacerado a una institución histórica, como lo es el partido aglutinador que inspiró al General Plutarco Elías Calles y que tantas glorias y aciertos le dio a México en sus tres etapas: PNR, PRM y PRI.

Autor: Héctor Calderón Hallal
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