¿El voto por la vida?

Por Gilberto Celis

En momentos que el círculo interior del gobierno federal se guarda por el positivo presidencial ante el Covid-19; y la secretaria de Gobernación, con el resultado negativo de su prueba, hace uso de los micrófonos mañaneros porque, aclara, AMLO sigue en pleno ejercicio de sus funciones ejecutivas, uno del común se pregunta sobre los efectos que procedan al impacto que tendrá en la mayoría de los legisladores de MoReNa que pretenden la reelección y en la confrontación y división de los directivos en los estados y municipios por la paternidad de la salvadora vacuna que asegure el voto en las encuestas internas y en las urnas del domingo 6 de junio.

Y es que como una cosa es lo que piensa el bayo y otra quien lo ensilla, los fieles aviados por la prédica diaria de estar y ser el poder o quienes reclaman el cobro del pagaré político, no sentirán la misma fuerza en el mando y muestra de ello es como a su arbitrio canjean las necesidades de salud y vida de la comunidad por el respaldo político.

— Con la diferencia que ahora la salud se resume en la vida o la muerte.

— Y que se lo digan los empresarios de Nuevo León que el viernes pasado convivieron con AMLO.

Marcelo Ebrard

Así las cosas,  piense usted que si Marcelo Ebrard, olvidando que ya recibió la vacuna,  también se aisló, pues los del común que están entre la espada política y la pared electoral, con mayor razón podrán rechazar la aplicación de la vacuna rusa Sputnik; sabe, el resultado puede ser mortal para los conejillos de indias.

Por otra parte, si a las contradicciones en las estadísticas oficiales que generan mayor desconfianza por el aumento diario del número de contagios y de fallecimientos, agrega la obligada asistencia de los Servidores de la Nación al personal médico en las brigadas de vacunación tendrá la politización de la pandemia con la correspondencia del voto.

— ¿El voto por la vida?

Más allá de las palabras,  los hechos muestran el mercadeo electoral del miedo a morir si no es aplicada la vacuna. Y, en estas mercaderías, la oferta podrá estar en los de nombre nuevos partidos políticos que harán el tradicional contrataste esperanzador ante el claro agotamiento de los tradicionales.

Y es que la mayoría de los arrebatados por la reelección buscan registrarse en la lista de quienes antes eran llamados nacidos para perder y ahora son la élite de elefantes blancos plurinominales.

— Cuando se conozcan los nombres y su numeración plurinominal, podrá hacer el cálculo proporcional de cuantos de mayoría relativa de ese partido van a perder.

— Por eso le digo.

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