EPN vs AMLO, entre pares fue

Por Gilberto Celis

Si la pretensión del Presidente de México Enrique Peña Nieto era imponer con personeros su autoridad ejecutiva federal, le falló por completo; habida cuenta, el reconocimiento como par a Andrés Manuel López Obrador, en su réplica al precandidato presidencial de MoReNa.

Por lo demás, las decisiones que los del común tomemos en julio del 2018, será por la angustia y preocupación del viacrucis por casa, vestido y sustento familiar; el enojo será suyo, confirmando no hay mayor ciego que el que no quiere ver.

— Como cierto es que un ciego no puede guiar a otro ciego y ahí tiene el des(Peña)dero y el PRIMeade(ro).
— Ya no diga el fingir olvido a la promesa de César Camacho y Reza Ochoa de miles de priistas salir a las calles a pregonar la buena nueva de sus reformas estructurales rindiéndole pleitesía.

QUIERE LLORAR, QUIERE LLORAR

Claro que no es posible aceptar el candor con que exhibe su ingenuidad, pues Enrique Peña Nieto sabe bien es Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas al ser constitucionalmente Presidente de México vía elección ciudadana y no por formación militar. Esto, por el torpe desafío enviado a AMLO en pronunciamientos del General Secretario de Defensa y el de Marina y desde la Ciudad de Matías Romero, Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, la cuchufleta respuesta del ojo por ojo y diente por diente ‘nos dejaría ciegos y no resuelve el problema’.

— ¿Podrá haber perdón y olvido a la riqueza vuelta pobreza y miseria concentrada como Pacto vs el Hambre en la Reserva SeDeSol PROSPERA?
— Todo eso está claro. Pero ¿qué sucede de verdad para esas presiones amenazantes?
— Desde luego la irritación presidencial más que por haberle echado ojo queretano, podría ser querencia por lloriqueo de niño caprichudo.

— Por eso le digo.

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