Por Gilberto Celis
Si hemos de observar con cuidado la marcha de los acontecimientos de los últimos días, todo lo relativo a la Ley de Seguridad Interior tuvo un trasfondo y prueba de ello es que contrario a Enrique Peña, México no se ha ‘volvido’ un referente; por eso, según el gober de Oaxaca Alí Murat, no se ha ‘abrido’ la brecha entre el norte y el sur; aunque no hay irse con la finta que no saben ‘ler’, reprende Nuño.
— Luego entonces, todo lo contrario, advierte uno del común, precisamente por serlo.
Y esto, de paso, viene a aclarar ciertas dudas; en el sentido que si el Presidente de la República puede decretar o no una medida de tal magnitud.
— Y más; pues los excesos del Ejecutivo, en sus en ejecuciones de los del común, son aprobados por el Legislativo Federal y Local.
— Y las faltas, sancionadas por el Judicial.
LAS COSAS TIENEN UN TRASFONDO
Cuando José López Portillo nacionalizó los bancos, Robert A. Bennett, experto en finanzas del New York Times, apuntó que lo hizo para salvarlos de la falta de liquidez y que los norteamericanos aceptaron la nacionalización por ser un paso necesario para reforzar la confianza en el sistema bancario mexicano.
— Incluso, señaló, había el temor de que el gobierno mexicano no respaldara las deudas de los bancos privados.
— Parafraseando, Enrique Peña militariza la seguridad que el capital privado internacional reclama para su inversión nacional.
— Y en la República Mexicana se impone el militarismo para la sobrevivencia del sistema neoliberal impuesto hace seis sexenios desde Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo hasta Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña.
— O sea, “si quieres paz, prepárate para la guerra” del 2018, donde la amenaza civil no militar se combatirá con las fuerzas armadas en tareas no tradicionales pero constitucionalmente aprobadas.
— Oiga, no olvide que Dios ya no castiga con palos, sino con votos.
LA GRACIA DEL SEÑOR
Uno del común, tan común que es uno, abre un paréntesis para en verdad decirle que cuando celebre el Nacimiento honrando al Hijo, tenga presente honrar al Padre por el cumplimiento de Su Palabra.
— La Gracia del Señor Jesucristo, el Amor de Dios y la Comunión del Espíritu Santo sea con todos.
— Por eso le digo.
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